La bella historia del joven
Oscar, hijo de mi vecina Hilda. Químico de la USB, quien vive éxitosamente en
Alemania desde el 2010, huyéndole a Venezuela: El hijo de Hilda y sobrino de
Maura, oriundas de La Azulita, precioso lugar del Estado Mérida, en los años 70
compraron un apartamento al igual que mi “quebrada mamà” en El Valle, luego del
divorcio con mi papá, yo era una adolescente, que se no había graduado de
bachiller y tuve que trabajar de día y estudiar de noche.
Hilda, jubilada del Centro Simón
Bolívar (Parque Central), se divorció del papà de Oscar que es ingeniero, quien siempre estuvo pendiente de
su hijo. Oscar estudió su primaria en una escuela pública, muy conocida en la
Urbanización Santa Mónica (Caracas), y que mucha gente de El Valle (clase media
profesional) se “mataba” por conseguir cupo allí y desde ahí un transporte
escolar hasta la Parroquia El Valle, no era costoso.
Oscar, luego hizo su bachillerato
en un conocido liceo público por Los Rosales (fuera de El Valle). Lo mismo que
hice yo con mi hija Endrina, a quien desde pequeña con gran esfuerzo me iba de
madrugada en bus (antes de trabajar) para llevarla al prestigioso Colegio San
José de Tarbes de El Paraíso y luego al Patronato de la misma Congregación en
la Av. México (Metro de Bellas Artes), Caracas.
Oscar siempre fue un niño, desde
pequeño de excelente conducta y preocupado por sus estudios. Y si tenía
problemas en matemáticas o físicas, acudía a la ayuda de su papá que es
Ingeniero, egresado de la UCV. Oscar se propuso estudiar Química en nuestra
prestigiosa Universidad Simón Bolívar (ubicada lejísimo en Sartenejas, Municipio
Baruta). Hizo el curso de nivelación que hacen en la USB para estudiar allí de
los jóvenes que vienen de la educación pública.
Fachada de la prestigiosa Universidad Simón Bolivar, ubicada en Sartenejas, Municipio Baruta, Distrito Metropolitano de Caracas.